El valor infinito de la infancia, el momento mágico donde los genes, inician el milagro de la vida, empieza el maravilloso crecimiento celular para multiplicar el peso y la talla. Millones de células a través de la energía infinita que se transforma desde la tierra a través de los alimentos y el hermoso inicio de aprender a comer, a alimentarnos. 
La gran carrera del desarrollo humano, llevar los movimientos sutiles y reflejos de las manos, como el agarre, la prensión y las caricias; y la primera exploración del mundo, a través del gateo y los primeros grandes pasos para recorrer un camino de años.
Las primeras miradas a mamá y papá, las sonrisas que guardan una emoción incalculable a través de la memoria hasta el último suspiro, el momento mágico de aprender a vivir en el hermoso bienestar de la seguridad, en el amor y la calidez de la familia.
La infancia que crece día a día formando el carácter, los hábitos, las virtudes, los errores y defectos, el coraje y la valentía recorriendo la vida, que la infancia preparó idealmente para ser mejor, para vivir mejor, y luego de unos años despedirse en el final de la vida con una sonrisa que se sembró en la infancia, con la alegría del niño que fuimos, somos y seremos

Dr. Camilo Luna Nossa